¿Cómo crear tu propio servidor de juegos?
Con la llegada de la nueva generación de consolas y la renovación de los equipos de sobremesa dedicados al ocio electrónico, las búsquedas relativas a los servidores de juegos de creación propia crecen con el fin de encontrar métodos alternativos para mejorar el sistema de hospedaje de las partidas. No obstante, es imposible de conseguir en ciertas plataformas restringidas a servidores de la propia empresa (como el caso de las consolas de sobremesa de Sony o Microsoft), por lo que crear tu propio servidor de juegos es una opción que solo está al alcance de los jugadores de ordenador en la actualidad. Pero, ¿cómo crear tu propio servidor de juegos sin correr riesgos y manteniendo la estabilidad durante las partidas? Te contamos los pasos a seguir.
Cómo crear tu propio servidor de juegos
Puede parecer obvio, pero antes de jugar a ser Dios con la informática y crear desde cero un servidor, asegúrate de que cuentas con un equipo verdaderamente potente. Lo ideal sería que comparases los requisitos de rendimiento del título para ajustar los de tu ordenador, y así empezar por crear un servidor propio en un entorno de red competente que no te dé problemas en el futuro.
La fibra óptica es un imprescindible y, aunque la recomendación es que cuentes con al menos 600 MB de conexión de fibra, lo ideal es que tengas 1 GB simétrico para evitar caídas inoportunas de conexión durante la partida. Y recuerda mantener la NAT en Tipo 1 para abrirla del todo e impedir que el molesto lag haga acto de presencia durante las partidas.
A partir de aquí, tendrás que obtener la información de los parámetros del servidor oficial para replicarlos en tu equipo. Como es posible que el juego al que quieras dedicarle un servidor propio se encuentre en la plataforma de Valve Steam, no te compliques y utiliza SteamCMD, una plataforma para clientes de Steam que permite instalar, actualizar y personalizar los servidores, consultar sus especificaciones e imitarlas en tu equipo. Es un paso realmente sencillo porque Steam cuenta con versiones actualizadas en tiempo real de los ajustes del servidor, por lo que es más fácil contar con un punto de referencia oficial a la hora de crear un servidor propio.
Pero, ¿qué pasa si el juego al que queremos dedicarle nuestro propio servidor no está en Steam? En este caso, el proceso te puede llevar más tiempo porque lo más seguro sea que tengas que contactar con el equipo de desarrollo. Esto en ocasiones es demasiado laborioso por una mera cuestión de tiempo, ya que dependiendo de la desarrolladora con la que contactemos, podremos obtener respuesta en un plazo de tiempo variable. Todo depende de si cuentan con una dirección de correo electrónico válida, les interesa liberar la información de sus servidores o si continúan operativos cuando contactes con ellos.
El último paso será abrir los puertos para garantizar un flujo de conexión constante (a esto nos referíamos con mantener la NAT abierta). Existen servidores que pueden requerir de apertura de puertos concretos, en cuyo caso el equipo desarrollador te facilitará cuáles son los puertos a abrir para darle a tus partidas el entorno de red más robusto y seguro posible.
Cómo administrar tu servidor adecuadamente
Si vas a crear un servidor propio para jugar, sabrás que la cuestión no es solo crearlo con los parámetros adecuados, sino mantenerlo. Esta es la otra cara de la moneda, la que exige una parte de tu tiempo para evitar errores de conexión y mantener la seguridad en niveles óptimos. Esto es una cuestión vital, pero sobre todo en los títulos que cuenten con cajas de botín o microtransacciones, ya que la información bancaria de los jugadores que adquieran complementos y DLCs se alojará en tu servidor.
En este sentido, contar con un gestor de servicios de alojamiento eficiente es primordial para poder consultar el estado de tu servidor y detectar las posibles fisuras de seguridad que pueda sufrir. Una de las mejores opciones para administrar tu servidor de juegos es cPanel3, que cuenta con una extensa guía de personalización de interfaz y ajustes avanzados de parámetros en TuHosting.org, portal especializado en la divulgación y formación en tecnologías de alojamiento web y administración de servidores creado en 2015 por Daniel Pérez y Diego López, dos jóvenes españoles expertos en tecnologías de hosting. En su blog podrás aprender a crear subdominios en el cPanel de tu hosting, configurar un redireccionamiento de un dominio a otro e ir más allá y experimentar con otros programas de administración de hosting, como DirectAdmin.
Diferencias entre servidores dedicados y servidores propios
Aunque ambos tienen como finalidad proporcionar una mayor estabilidad durante el juego online y presentan una estructura de red mucho más robusta que los servidores genéricos, cuando hablamos de servidor dedicado y servidor propio nos estamos refiriendo a cosas distintas.
Los servidores dedicados son servidores que se utilizan de manera exclusiva para un título en concreto o un modo de juego determinado. En la actualidad, existen compañías y desarrolladoras que prometen servidores dedicados a sus juegos para mantener la robustez de la conexión. Es el caso de las infraestructuras de red de juegos con partidas numerosas y multitudinarias de sagas conocidas, como Call of Duty o Battlefield. La proyección de estas marcas es tal, que incluso se permite alquilar temporalmente un servidor para jugar con tus amigos con todas las garantías de red.
Los servidores propios no tienen nada que ver con las ofertas de alojamiento de la desarrolladora: son un tipo de servidores dedicados hechos y configurados por ti mismo, en el que tú personalizas los parámetros del servidor para dar cabida o soporte a un determinado número de jugadores y permitiendo la conexión simultánea al mismo de una cifra concreta de IDs. Además, un servidor propio está al margen de la red oficial de servidores que la desarrolladora del juego pone a disposición de los jugadores, por lo que los ajustes pueden distar mucho de los recomendados o los oficialmente aceptados por la empresa encargada de programar el título.